sábado, 2 de octubre de 2010


"Los gestos sencillos marcan grandes diferencias"


Es una frase de Yves Carcelle, director ejecutivo de la marca Louis Vuitton que viene al caso para la campaña que nos ocupa.


La apuesta por la Responsabilidad Social Corporativa de un grupo como Louis Vuitton es especialmente interesante por el perfil de la empresa, especializada en ropa y complementos de lujo. De hecho, probablemente sea el mejor ejemplo para el estudio de la estrategia RSC en el ámbito de las marcas que venden lujo y compiten por el sector de clientes que gustan del lujo más exclusivo.


El valor añadido que esta marca pretende proyectar es un esfuerzo constante que tiene un ámbito de explotación particular que puede resultar paradójico cuando busca combinarse con conceptos como "comercio justo" o crecimiento sostenible. La marca que presume de no hacer rebajas para reforzar frente a la clientela esa percepción exclusivista explora en los últimos tiempos esa faceta que pretende humanizarla frente al potencial prejuicio de asociación del lujo con el desprecio por los ideales y valores de color ecologista.

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